Reseña: No Hero

Concluía una tarde de domingo en la que leí los ocho número de No Hero, serie escrita por Warren Ellis, ilustrada por Juan José Ryp (de quien debo leer más) y publicada por Avatar.

La idea del vigilantismo es algo recurrente en los cómics. Vemos a algún sujeto darse cuenta de lo horrible que es el mundo, entonces decide hacer justicia al margen de la ley, ya que, la ley está atada por normas y procedimientos que atrasan su proceso justiciero, entonces los héroes encapuchados deben rebajarse al nivel de un criminal para realizar sus osadías, lo cual, visto desde un ángulo razonable; es igual de malo y básicamente lo mismo que ser un criminal. O al menos creo, que ese es unos de los argumentos de Ellis en No Hero.

En la historia, Carrick Masterson descubre una droga que desarrolla súper poderes, en los 60 crea su propio equipo de vigilantes y el negocio prospera. Pero como es de esperarse, no puedes patentar una droga que da súper poderes sin obtener algunos enemigos. Después de el asesinato de dos miembros de su equipo, Carrick comienza a reclutar gente dispuesta a ser un súper héroe sin importar el costo.
Joshua Carver es un vigilante, tiene un estilo de vida straight edge, respeto por la vida, mucha disciplina y una moral que sólo quebrantaría por ser un superhéroe con el único motivo de ayudar a la gente, y sí, es elegido por Carrick.
Así, vemos como Joshua traiciona todo lo que una vez fue para volverse parte de un equipo de súperhéroes que trabaja por motivos lucrativos, siendo traicionado una vez más.

Desde un aspecto político, vemos a Carrick como un Estados Unidos prepotente que defiende al mundo con el motivo de enriquecerse del mismo, lo cual, no es sorpresa en un cómic de Warren Ellis, pero sí muy realista.

La elocuencia de la trama es envolvente, el arte de Ryp es directo y algunas veces brutal, transmite la situación de cada viñeta de forma natural. Una excelente historia de ocho números que no necesita más. Al terminar de leer, me dejó satisfecho.